«me encantaría sembrar la semilla de un espacio cultural para la ciudad donde todos se sientan partícipes…»

Desde muy pequeña Mónica Lorenzo estuvo involucrada en el mundo de la actuación, comenzando en el Puerto de la Cruz con un Taller Infantil llamado La Recova, recuerda actuar al aire libre porque no había un teatro en la ciudad, cuando por primera vez participó en una actuación en el Teatro Guimerá se le fijó en la cabeza que quería un teatro para el Puerto de la Cruz., allí comienza su sueño… 

¿Cómo te diste cuenta que tu propósito era darle un teatro al Puerto de la Cruz?

— Después formarme en la escuela de actores y adquirir experiencia, el Cabildo de Tenerife me contrató para dar clases de teatro en los municipios de la isla, allí me di cuenta que hasta en los lugares más rurales, con todo mi respeto y cariño a esos lugares, tenían un teatro y sin embargo el Puerto de la Cruz, siendo una ciudad turística no lo tenía, es entonces cuando decidí formarme aún más, hice un master de Gestión Cultural para saber cómo debía llevar a cabo un proyecto con estas características, de hecho lo presenté como proyecto de fin de master resultando mi evaluación sobresaliente. Y sin pensarlo mucho me lié la manta a la cabeza, enrolé a la familia y amigos y construí en el 2011 este sueño que era el Teatro Timanfaya.

¿En qué consiste el proyecto del Teatro Timanfaya?

— Mi idea era la de crear un lugar de encuentro entre artistas, espectadores y ciudadanos del Puerto de la Cruz, de todas las edades y diferentes culturas, porque vivimos en un municipio turístico, con diferentes miradas, diferentes voces donde existiera la posibilidad de expresarse, de construir ese espacio de tolerancia, de respeto que muchas veces solo en el arte se puede encontrar, poco a poco creo que lo hemos ido consiguiendo, es un espacio abierto a la diversidad, donde el arte es el nexo común de todas esas miradas.

¿Cómo funciona el Teatro Timanfaya?

— El Teatro Timanfaya es un espacio privado, con una pequeña subvención del Cabildo de Tenerife y algunas ayudas del Ayuntamiento del Puerto de la Cruz en el sentido de que traen alguna actuación al teatro, hay una buena predisposición por su parte, no hay ningún convenio firmado ni ayuda tangible pero si nos dan visibilidad y nos toman en cuenta para la programación cultural de la ciudad. Internamente la gerencia la llevo yo, me encargo de la programación de todas las actividades que aquí funcionan, ahora hay una persona contratada que me ayuda en la parte administrativa, hay gente en prácticas que colaboran, pero sobre todo la colaboración viene de ciudadanos que quieren apoyar al espacio porque creen que es importante, uno se lleva los flyers, el otro se pone en la puerta y entre todos vamos sacando adelante este lugar.

¿Qué planes tienes para este año y el que viene?

— Nos estamos centrando en la escuela de teatro, aunque en Tenerife está la Escuela de Actores de Canarias que es el referente oficial y al que apoyamos mucho desde aquí, queremos ofrecer un lugar de formación tanto para personas que nunca han hecho teatro como para profesionales de las artes escénicas. En estos momentos ofrecemos cursos de teatro para niños, teatro para adultos y teatro para personas con diversidad funcional y para los principiantes hay tres cursos encaminados: iniciación, avanzado y teatro musical. Pero también traemos “profesionales para seguir formando profesionales”.

¿En qué consiste la escuela de teatro para personas con diversidad funcional?

— El propósito de este curso es darle a esas personas visibilidad, autonomía, y brindarles ese espacio en la sociedad donde la gente vea que ellos también son capaces de crear, de comunicar y contar cosas igual que cualquier ciudadano. Asmipuerto es uno de los colectivos que trabaja con nosotros y tanto la experiencia como los resultados han sido maravillosos.

Cuéntanos un poco sobre el curso de teatro para niños

— Ha costado mucho lograr que los niños del Puerto de la Cruz lleguen al Teatro Timanfaya, aún no se el motivo, ahora tenemos más alumnos de otros municipios que de aquí, el curso para niños se imparte los sábados por la mañana, les enseñamos expresión corporal y oral, para los niños es muy importante aprender a expresarse, eso les da seguridad en si mismos y aumenta su autoestima.

¿Cuál crees que es tu misión?

— La verdad que yo no tengo ninguna misión, (risas) me encantaría que este lugar perdurara en el tiempo, aunque no estuviese yo porque me salieran otras cosas, me encantaría sembrar la semilla de un espacio cultural para la ciudad donde todos se sientan partícipes, me gustaría democratizar, con esto me refiero a hacer una participación real de todos los vecinos del Puerto de la Cruz, sea quien sea, hay personas que no saben si les gusta el teatro, porque nunca han ido al teatro o creen que no lo van a entender o no es para ellos… el teatro tenemos que abrirlo, hacerlo cercano, que si la gente no viene, salir a buscarles, hacer actividades en los barrios, desde una implicación real donde todos puedan tener la posibilidad de hacer teatro. La cultura va de la mano con la educación, necesitamos más educación, hemos crecido tecnológicamente pero nos estamos quedando un poco en lo básico y sin educación y cultura no llegaremos a ningún lado.

¿Te sientes satisfecha con los resultados?

— Mi recorrido en el Teatro Timanfaya ha pasado por muchas fases, hay momentos en que he querido tirar la toalla, porque claro, se van acumulando deudas, el trabajo cada vez es mayor para una sola persona, a veces me siento saturada desmotivada pero entonces están por ejemplo los chicos de Asmipuerto, los alumnos de la Escuela de Teatro con pequeñas acciones que me llenan y me parece tan mágico que me digo que esto no puede desaparecer, ahora mismo estoy contenta con el Timanfaya, creo que es importante el trabajo que estamos desarrollando, percibimos que la gente de la ciudad ya nos aprecia, falta el venir más y participar en las actividades que realizamos, por esta parte me siento satisfecha, faltan muchas cosas, me encantaría tener un equipo de trabajo, ganarme la lotería y contratar a mucha gente (risas).